¿Estás seguro dentro de ti mismo, con confianza en tu habilidad de hacer decisiones, confianza en tus juicios y propio razonamiento, sin mirar hacia los demás o importarte lo que las otras personas puedan pensar?
¿O secretamente sientes que las opiniones de otras personas son mejores que la tuya?
Peor aún, quizas puedas sentir:
que la mayoría de otras personas son mejores que tu.
Esta manera de pensar es débil, pobre y no conduce hacia el éxito.
Las opiniones de otras personas son valiosas para ti solamente si estas personas ya han logrado la meta que tu te has proponido lograr. Si esto no es el caso, entonces estas opiniones no son más valiosas que tu opinión propia.
Un hombre (o mujer) debe sentirse capaz de forjar su propio camino hacia el éxito.
Sentir que tiene, adentro de sí mismo, lo que es necesario para llevarle al éxito.
Muchas personas alcanzarían el éxito si se enfocaran en lo que quieren hacer, (sin escuchar las opiniones inútiles que la gente siempre da), si tomaran bastante acción (modificando las acciones si es necesario, hasta ver resultados), y tener siempre los ojos fijados en la meta.
Es una lástima que los comentarios negativos de otras personas, las memorias de fracasos pasados, producen en muchas personas un acondicionamiento mental que hace que un hombre (o mujer) dude de sus propias capacidades y de sus posibilidades de lograr alcanzar sus metas.
