¡INVENCIBLE!

El siguiente extracto describe la mentalidad de confianza en uno mismo de los soldados de las fuerzas especiales Rusas, los Spetsnaz:

Un soldado spetsnaz sabe que es invencible. Esto puede ser solamente una opinión, pero las opiniones de las otras personas no le interesan a este soldado. Él mismo sabe que es invencible y esto basta para él. La idea es inculcada en él cuidadosamente, delicadamente, sin demasiado insistir, pero continuamente y efectivamente. El proceso de entrenamiento psicológico es enlazado inseparablemente con el fortalecimiento físico. El desarrollo de un espíritu de confianza en uno mismo, de independencia, y de sentirse superior a cualquier oponente es llevado a cabo al mismo tiempo que el fortalecimiento del corazón, los músculos y los pulmones. El elemento más importante en el entrenamiento de un soldado spetsnaz es el de hacerle creer en su propia fuerza.

El potencial del hombre es ilimitado, es el razonamiento común. Un hombre puede alcanzar cualquier cima en la vida, en cualquier campo de actividad. Pero para poder vencer sus oponentes un hombre debe primero vencerse a sí mismo, combatir sus propios miedos, su falta de confianza y su pereza. El camino de avance es uno de batalla continua con uno mismo. Un hombre debe forzarse a levantarse más temprano que los demás y de acostarse más tarde. Él debe excluír de su vida todo lo que le impide alcanzar su objetivo. Él debe subordinar su existencia entera a un estricto régimen. Él debe renunciar a tomar días libres. Él debe utilizar su tiempo de la manera más ventajosa y encajar en su día más de lo que pensaba posible. Un hombre enfocado en una meta particular puede tener éxito solamente si utiliza cada minuto de su vida aprovechandolo al máximo para realizar su plan. Para este hombre cuatro horas de dormir son suficiente, y el resto de su tiempo puede ser utilizado para concentrarse en la realización de su objetivo.

El número de soldados Spetsnaz son menos de uno por ciento de las fuerzas armadas Soviéticas en tiempos de paz. Los Spetsnaz son la mejor parte, seleccionada cuidadosamente, de las fuerzas armadas, y la filosofía del potencial ilimitado de cada hombre ha sido adoptada por completo por cada miembro de la organización. Es una filosofía que no puede ser puesta en palabras. El soldado la entiende no con su cabeza, pero con sus pies, sus hombros y su sudor. Él en poco tiempo se vuelve convencido de que el camino hacia la victoria, hacia el perfeccionamiento de uno mismo, es una batalla continua consigo mismo, con su propia debilidad física y mental. Cualquier tipo de entrenamiento solamente tiene sentido cuando lleva al hombre a la cima de sus poderes físicos y mentales. Para comenzar, él debe saber precisamente los límites de sus capacidades. Por ejemplo: él puede hacer 40 lagartijas. Él debe saber este número precisamente y que es realmente el límite de su capacidad. No importa cuanto él se esfuerza él no puede hacer más. Pero cada sesión de entrenamiento es una batalla cruel para vencer este record. Al comenzar su sesión de entrenamiento el soldado debe prometerse que vencerá su record este día o que morirá intentandolo.

 

Extracto tomado del libro “Spetsnaz:The Inside Story of the Soviet Special Forces” por Viktor Suvorov.